viernes, 30 de mayo de 2014

Sé lo que haréis el próximo verano...

Se acerca el fin de curso, las vacaciones y, por tanto, el tiempo para reflexionar sobre la práctica del año, formarnos y conocer a profesionales de nuestro ámbito con los cuales compartir experiencias y conocimientos. Para ello, los cursos de verano son una estupenda opción de "airear" nuestra práctica profesional con nuevos conocimientos y experiencias. Aquí van algunas propuestas que quizá os resulten de interés.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte organiza diez cursos de verano, dirigidos al profesorado y a los centros educativos de todo el territorio nacional, en convenio con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
La finalidad principal de esta convocatoria es actualizar las competencias pedagógicas y didácticas del profesorado en ejercicio de las distintas enseñanzas reguladas por la LOMCE con objeto de poder responder adecuadamente a los desafíos educativos actuales. Una de las claves para hacerle frente es la mejora de las competencias profesionales docentes, entendida dentro de un proceso continuo de aprendizaje y desarrollo profesional que requiere no sólo la actualización pedagógica, didáctica y científica sobre las materias y áreas impartidas, sino también la comprensión de las distintas dimensiones involucradas en la educación y su interacción con una sociedad en permanente transformación.
Abierto el perido de inscripción hasta el 3 de junio.  Texto de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado.
Los cursos, de una semana de duración, darán comienzo el 30 de junio de 2014, finalizando el 11 de julio. Se impartirán en las instalaciones de las siguientes sedes de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo:
- See more at: http://blog.educalab.es/intef/2014/05/21/cursos-de-verano-2014/#sthash.ZtJgNyNQ.dpuf
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte organiza diez cursos de verano dirigidos al profesorado y a los centros educativos públicos del país en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). La variedad de cursos es amplia y va desde la introducción de novedosas metodologías didácticas como la Flipped Classroom, hasta cursos de liderazgo y autonomía dirigidos a equipos directivos. Los cursos comenzarán el próximo 30 de junio hasta el 11 de julio y tendrán lugar en distintas sedes de la UIMP por toda España.  El plazo de inscripción está abierto hasta el próximo 3 de junio. Para ver los trámites necesarios de la convocatoria pincha aquí.

En relación con la educación de personas adultas, en Cataluña existe un auténtico referente en el campo de la formación de profesionales de esta etapa educativa. Se trata de la Escola d'Estiu de l'Educació de Persones Adultes. Cada año presenta una amplia y variada oferta de cursos y propuestas que permiten que muchos profesionales de la educación permanente encuentren formaciones adaptadas a sus intereses. Muy recomendable.

También en Cataluña existe otro espacio mítico en la formación del profesorado. Es la Escola d'Estiu de Rosa Sensat. Con el tema general: "Cambia la sociedad. ¿Y la escuela?", la Escola d'Estiu presenta este año una amplia variedad de formaciones dirigidas a los distintos niveles y etapas del sistema educativo. Una oferta de prestigio y calidad más que garantizados.

Saliendo de Cataluña, el otro día descubrí una interesante opción formativa en Gandía. Se trata de las XI Jornadas Novadors que se celebrarán los próximos 4 y 5 de julio. Estas originales jornadas combinan sesiones de trabajo y reflexión sobre TICs y educación con el disfrute de la gastronomía local. La voluntad no es otra que la de crear espacios de trabajo y colaboración en un ambiente distendido. Aquellos que no puedan desplazarse a Gandía por aquellas fechas podrán disfrutar de las jornadas via streaming, aunque la perspectiva de debatir sobre los nuevos avances digitales ante una buena paellita se presenta algo más apetecible, ¿no?

Por último, siempre queda la opción de la formación on line. Existen muchas plataformas donde realizar cursos de verano. De hecho, algunas de las entidades señaladas disponen de oferta a distancia. No obstante, yo recomiendo hacer algun curso  presencial (aunque sea una jornada). Seguro que muy cerca de vuestra residencia o de vuestro centro existe alguna formación en la que podáis mezclaros y hablar con profesionales de vuestra especialidad, entorno o etapa educativa. En fin, puedo intuir lo que muchos de vosotros haréis el próximo verano... ¡Luego venid aquí a contarlo!
Abierto el perido de inscripción hasta el 3 de junio.  Texto de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado. - See more at: http://blog.educalab.es/intef/2014/05/21/cursos-de-verano-2014/#sthash.ZtJgNyNQ.dpuf

Cursos de verano 2014

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte organiza diez cursos de verano, dirigidos al profesorado y a los centros educativos de todo el territorio nacional, en convenio con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
La finalidad principal de esta convocatoria es actualizar las competencias pedagógicas y didácticas del profesorado en ejercicio de las distintas enseñanzas reguladas por la LOMCE con objeto de poder responder adecuadamente a los desafíos educativos actuales. Una de las claves para hacerle frente es la mejora de las competencias profesionales docentes, entendida dentro de un proceso continuo de aprendizaje y desarrollo profesional que requiere no sólo la actualización pedagógica, didáctica y científica sobre las materias y áreas impartidas, sino también la comprensión de las distintas dimensiones involucradas en la educación y su interacción con una sociedad en permanente transformación.
Abierto el perido de inscripción hasta el 3 de junio.  Texto de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado.
Los cursos, de una semana de duración, darán comienzo el 30 de junio de 2014, finalizando el 11 de julio. Se impartirán en las instalaciones de las siguientes sedes de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo:
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Cursos de verano 2014

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte organiza diez cursos de verano, dirigidos al profesorado y a los centros educativos de todo el territorio nacional, en convenio con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
La finalidad principal de esta convocatoria es actualizar las competencias pedagógicas y didácticas del profesorado en ejercicio de las distintas enseñanzas reguladas por la LOMCE con objeto de poder responder adecuadamente a los desafíos educativos actuales. Una de las claves para hacerle frente es la mejora de las competencias profesionales docentes, entendida dentro de un proceso continuo de aprendizaje y desarrollo profesional que requiere no sólo la actualización pedagógica, didáctica y científica sobre las materias y áreas impartidas, sino también la comprensión de las distintas dimensiones involucradas en la educación y su interacción con una sociedad en permanente transformación.
Abierto el perido de inscripción hasta el 3 de junio.  Texto de la convocatoria en el Boletín Oficial del Estado.
Los cursos, de una semana de duración, darán comienzo el 30 de junio de 2014, finalizando el 11 de julio. Se impartirán en las instalaciones de las siguientes sedes de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo:
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martes, 27 de mayo de 2014

El Elemento

Robinson, K. (2009). El Elemento. Barcelona: Conecta

Archiconocido y archicitado libro de Sir Ken Robinson. En él, el autor inglés plantea la necesidad de buscar nuestro Elemento, ese espacio donde no sólo hacemos lo que queremos hacer, sino que también somos quienes queremos ser. Mediante multitud de ejemplos de grandes personalidades de nuestro tiempo, Robinson muestra que no siempre el sistema educativo y la propia sociedad han estado acertados en sus planteamientos para sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Un interesante análisis sobre cómo la creatividad ha sido abandonada por un sistema educativo rígido e inflexible que condena la diferencia.


lunes, 26 de mayo de 2014

Maslow y la educación permanente

En 1943 Abraham Maslow publicaba en su obra A Theory of Human Motivation la teoría de la jerarquía de las necesidades humanas, mundialmente conocida como la pirámide de Maslow. En ella, el psicólogo estadounidense defendía que a medida que los seres humanos satisfacen sus necesidades más básicas desarrollan necesidades y deseos más elevados. Así pues, un primer escalón definido por las necesidades básicas representa la base sobre la cual se establecerán los siguientes niveles: necesidades de seguridad y protección, necesidades sociales, necesidades de estima y, por último, la autorrealización.

Leyendo la teoría (y las críticas a la teoría) pensé que en los centros de adultos (de alguna manera) establecemos o podríamos establecer una especie de jerarquía similar dirigida a facilitar y promover un correcto desarrollo de nuestro alumnado en su itinerario académico específico. No todo el mundo parte de la misma posición, ni tiene los mismos intereses. No obstante, quizá podemos establecer nuestra propia pirámide de necesidades teniendo en cuenta toda una serie de aspectos comunes a todos ellos.

La base de nuestra pirámide particular estaría definida por las necesidades orientativas del alumnado. Por un lado, debemos atender a las demandas de información del alumnado en relación a las características de los programas educativos de la educación permanente: horarios, contenidos, duración, sistemas de evaluación, etc. Es decir, toda aquella información práctica de interés para la organización del plan de formación alumnado. Por otro, es importante también diagnosticar el punto de partida de cada alumno (niveles de formación, expectativas, hábitos de estudio, disponibilidad, etc.) para que el plan de formación que comentábamos anteriormente sea el más realista posible.

Cumplidas estas necesidades elementales podemos pasar a la siguiente fase: las necesidades de seguimiento y apoyo durante la formación, definidas por el servicio de tutorización del alumnado. Considero que es importante, no sólo para el acompañamiento y refuerzo de los aspectos curriculares y académicos, sino también para el apoyo al alumnado en todas aquellas dificultades o obstáculos que surjan durante el proceso de aprendizaje.

Por último, aparecerían las necesidades complementarias, es decir, todas aquellas que puedan ser de interés del alumnado pero estén alejadas del plan de formación definido por alumno y centro al inicio del proceso. En este sentido podrían entrar formaciones extracurriculares (idiomas, cursos de formación ocupacional, talleres de formación específica, etc.),  jornadas y seminarios, materiales específicos y, en definitiva, todas aquellas actuaciones dedicadas a la mejora de la experiencia y el itinerio académico (pero también personal) del alumno. No me gusta hablar de autorrealización, pero sí de enriquecer la experiencia del alumnado con aquellas informaciones que puedan ser de su interés al margen de su paso puramente académico por el centro.

En fin, insisto en la idea de trabajo individualizado con el alumnado. Habrá alumnos que pasen "de puntillas" por el centro, mientras que otros perfiles demandarán una atención más detallada y concienzuda. Al fin y al cabo, se trata de dar respuesta a todos los perfiles siendo conscientes de la importancia de la orientación y de un seguimiento ajustado a las necesidades de unos y otros. En definitiva, abrir vías para facilitar la escalada de la pirámide. En ello estamos.


miércoles, 21 de mayo de 2014

"¡Al loro, que no estamos tan mal!"

Instalarse en la queja es fácil. Uno no tiene casi ni que proponérselo. Basta con echar un vistazo a las crecientes tareas que nos ocupan, los menguantes recursos de que disponemos, el escaso tiempo para acometer los mil y un proyectos que tenemos siempre entre manos... En fin, es fácil (a veces casi inevitable) desesperarse y arrancarse por bulerías con la sarta de quejas habituales.

Entre las más frecuentes está la crítica al sistema educativo en sí mismo; así, a lo grande. "El sistema no funciona", "el sistema no atiende las verdaderas necesidades del alumnado", "el sistema no tiene recursos suficientes"... Todos (o casi todos) nos hemos visto en más de una ocasión pronunciando tales sentencias, y seguro que con verdaderos motivos. Los profesionales de la educación conocemos sobradamente los desequilibrios y carencias del sistema educativo. Lamentablemente son muchos. Pero, ¿qué hay de los resultados más alla de las pruebas de evaluación más mediáticas?

Leí hace unas semanas (Angel Santamaría, Heducación se escribe sin hache) unas interesantes reflexiones sobre los resultados generales de los sistemas educativos occidentales a lo largo de las últimas décadas. Comentaba el autor que, a pesar de la sensación de (no sé si) general desánimo, nuestro modelo educativo sí que ha ofrecido resultados tangibles en los últimos tiempos entre los cuales podemos destacar los siguientes:

  • Ha contribuido a la mejora general de la calidad de la educación y de las prácticas pedagógicas.
  • Ha permitido la extensión de las etapas educativas al conjunto de la población entre tres y dieciseis años.
  • Ha facilitado la participación de las familias y de los profesores en el control democrático de los centros.
  • Ha favorecido la integración del alumnado con necesidades educativas especiales.
  • Ha propiciado unos modernos sistemas de aprendizaje con el soporte de medios técnicos y digitales nunca antes pensado.

Siendo consciente que la realidad matiza cada una de las afirmaciones anteriores (fracaso escolar, decreto de plantillas, dotación presupuestaria, dificultad para el acceso de determinados colectivos con NEE),  una visión amplia y un poco de perspectiva histórica sobre nuestro modelo educativo pueden ofrecernos un panorama un poco más halagüeño y atractivo sobre la cual lanzar nuestras reivindicaciones. Queda mucho por hacer, pero también hemos recorrido muchísimo camino a lo largo de los últimos años. Al fin y al cabo, el actual sistema (en algunos casos a pesar de sí mismo) está generando proyectos didácticos y educativos muy interesantes y eficaces. No hay más que echar un vistazo a nuestro entorno para comprobarlo.

Llegados a este punto, me parece adecuado rescatar las brillantes palabras de Joan Laporta, expresidente del Barça, describiendo la situación del club ante la creciente presión mediática que se avecinaba: "¡Al loro, que no estamos tan mal!", exclamaba el hombre con fervor e indignación. Quizás nos las podríamos aplicar de vez en cuando...


miércoles, 14 de mayo de 2014

3 ventajas de educar con la tribu

Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Tribu (del latín tribus) 1. f. Cada una de las agrupaciones en las que algunos pueblos estaban divididos. 2. f. Grupo social primitivo de un mismo origen, real o supuesto, cuyos miembros suelen tener en común usos y costumbres. 3. f. coloq. Grupo grande de personas con alguna característica en común. 4. f. Biol. Cada uno de los grupos taxonómicos en que se dividen muchas familias y que, a su vez, se dividen en géneros.

No se me ocurre un trabajo más social que el de profesor. Estamos rodeados constantemente de gente que, de hecho, es quien da sentido a nuestra labor profesional. A diario preparamos actividades, exámenes, dinámicas, debates, pruebas, salidas y excursiones pensando en nuestro alumnado. Trabajamos, pues, para la gente pero ¿trabajamos con la gente? Me explico.

Por pequeño que sea nuestro centro educativo, compartimos espacio, tiempo y (sobre todo) alumnado con otros profesionales. Antes de impartir nuestra clase de historia, una profesora de ciencias habrá explicado senos y cosenos y, después de la pelea con la revolución industrial, se oirán los acordes del verbo to be o, con excepcional suerte, los rudimentos del first conditional. Compartimos, pues, espacio, tiempo y alumnado, pero me temo que en la gran mayoría de situaciones eso es lo único que tenemos en común. De hecho, quizás más que compartir lo que hacemos sea compartimentar.

Desde bien antiguo el ser humano ha trabajado en grupo. Nuestros ancentros ya colaboraban en el desarrollo de las tareas que proporcionaban su sustento. El trabajo de los distintos miembros de la tribu iba dirigido al mismo objetivo: la provisión de alimento para la supervivencia. En este sentido, parece demostrado que las distintas especies de homínidos del paleolítico cazaban en grupo. Cazar un bisonte encabronado parece una tarea algo más asumible (¡!) con cuatro o cinco tipos que te cubran las espaldas, ¿cierto?

No pretendo equiparar al alumnado con bisontes paleolíticos (ahí queda la idea), sino reflexionar sobre las ventajas que puede aportar el trabajo colaborativo entre profesionales de un mismo centro. Cooperar con nuestros compañeros nos enriquece como profesionales y mejora nuestra práctica docente. Seguidamente se apuntan tres ventajas que puede ofrecer la colaboración del claustro.

1. Transmisión de experiencia y conocimiento. Seguro que nuestros compañeros tienen vivencias, conocimientos, formación y experiencias formidables, ya sean en el campo de la docencia o en otros campos profesionales. Buscar espacios (formales e informales) para compartir esas experiencias y conocimientos es fundamental para nuestro enriquecimiento profesional y, en consecuencia, para la mejora de la práctica docente del centro.

2. Creación de productos educativos más completos y sugerentes. Fruto de la colaboración entre distintas áreas pueden surgir ideas y proyectos muy originales y, por tanto, mucho más sugerentes para el alumnado. Limitarnos al desarrollo curricular por asignaturas y/o por disciplinas científicas produce "conocimientos estancos" propios de un sistema inmovilista carente de flexibilidad y dinamismo.

3. Frente común ante los retos por venir. Si todos estamos de acuerdo en que la prioridad es la caza del bicho, la "bisonte burguer" ya está mucho más cerca. En cambio, si cada uno se preocupa de sus propios objetivos lo más probable sea que pasemos hambre. Así pues, trabajando todos a una y definiendo los principales retos de manera conjunta vamos a estar mucho más preparados y, seguramente, vamos a ser también mucho más efectivos y eficaces.

Educar para la tribu y desde la tribu. Suena bien, ¿eh?



lunes, 5 de mayo de 2014

"We don't need no education", la educación y los muros

En el año 1979 Pink Floyd publicaba el tema "Another brick in the wall" dentro del álbum The Wall. Esta canción-protesta, dividida en tres partes y con la educación como eje fundamental, denunciaba las duras condiciones de los internados británicos de los años sesenta y setenta del pasado siglo, centros educativos coercitivos y represivos basados en la disciplina y la uniformización de un alumnado totalmente alienado. 

Roger Waters, bajista de la banda y compositor de la mítica canción, muestra en el single su total desprecio por una educación formal centrada en la autoridad y aislada de cualquier atisbo de creatividad e interés por el individuo. Ante tal panorama, Waters decide construirse un muro que le permita alejarse del contacto con la realidad, muro que va alzando con todos los ladrillos que encuentra a su alrededor. Ese muro se convierte en una evidente metáfora de sus propias frustraciones ante el sistema educativo y ante la actitud displicente y dictatorial de los profesionales de la educación con los que tuvo la mala suerte de toparse en su infancia. 

Es cierto que Waters describe un panorama y un contexto educativos muy específicos. Es cierto también que el sistema educativo ha evolucionado notablemente y que, en este sentido, hoy en día existen infinidad de proyectos que pretenden atender la diferencia, estimular la creatividad, crear espacios colaborativos donde compartir conocimiento. Es cierto que el rol docente ha evolucionado notablemente, superando el papel del simple "gendarme educativo" y pasando a jugar un papel más activo vinculado a la facilitación de conocimiento.

Todo esto es así. Pero no lo es menos que nuestro sistema educativo, sobretodo en sus etapas más avanzadas (a partir de la secundaria) tiene todavía mucho del sistema fabril descrito por Pink Floyd en "Another brick in the wall". Un sistema centrado, por encima de todo, en la calificación académica por encima de otros aspectos clave. Un sistema en el que, en palabras de Ángel Santamaría, "predomina el dato puntual en lugar del seguimiento del proceso, la memorización sobre la creatividad, la potenciación del individualismo competitivo en oposición a una actitud colaborativa solidaria y la [supuesta] infalibilidad de la educación formal en contraposición al valor de la experiencia y los aprendizajes informales".

No olvidemos, pues, para qué se educa. Desterremos la idea de que conseguir buenos resultados académicos es sinónimo de éxito. Evalúemos los procedimientos y empecemos, si no a derribar los muros, sí a darles una buena mano de pintura para hacerlos más atractivos, únicos y singulares. Aunque, bien pensado, torres (y muros) más altos han caído...